La Familia Teresiana nació del encuentro espiritual de Enrique de Ossó y Teresa de Jesús como un movimiento carismático expansivo con una única misión: “conocer y amar a Jesús y hacerlo conocer y amar por todos”.

Laicas/os y hermanas compartimos la fuerza transformadora del carisma para responder con creatividad y audacia a las nuevas situaciones y desafíos de la humanidad. Unidos por el mismo carisma fundacional, se va enriqueciendo nuestra identidad cristiana con los acentos y matices que aportamos desde las diferentes vocaciones y estados de vida.

En todo el camino recorrido durante estos años, se nos ha confirmado que el centro de gravedad de toda la obra fundacional de San Enrique de Ossó es el carisma teresiano. Y queremos que éste sea el cimiento sobre el que sigamos dando los siguientes pasos y construyendo el futuro de la Familia Teresiana.

La Familia Teresiana es una comunidad dentro de esta gran familia eclesial y nos urge encontrar, entre todos, las respuestas que podemos ofrecer en los nuevos escenarios del mundo al que estamos enviados. Nos une una misma pasión, Jesús de Nazaret y su Reino, y el fuego de querer apasionar a otros: ahí está la fuerza de nuestro sueño común como Familia Teresiana. De esta misma pasión, que reconocemos como nuestra misión en el mundo, brota la creatividad que se expresa en la capacidad de actualizar nuestra vocación educadora y diseñar estrategias pedagógicas adecuadas al tiempo presente que vivimos. Estamos invitados a vivir la experiencia del itinerario teresiano y de esta forma aprender a integrar la fe y la vida, la mirada contemplativa a toda la realidad y las acciones transformadoras. La espiritualidad teresiana tiene como principio y fundamento a un Dios que se quiere comunicar con su criatura, la gran dignidad de toda persona y la Humanidad de Jesús como el camino verdadero para conocer y amar a Dios. Su Palabra y la palabra de nuestros maestros nos conducen en este camino del encuentro con Dios y con todo lo creado.

Toda esta riqueza experimentada por muchos teresianos, la fuerza del carisma y el hecho de sabernos Familia, nos animan a dar un paso más. Necesitamos seguir avanzando en la reflexión conjunta de quiénes somos los que formamos esta Familia Teresiana, cómo nos vamos vinculando a ella para que se consolide su misión en el mundo, y qué les ofrecemos a todos aquellos que sintonicen con el carisma teresiano de Enrique de Ossó.

Si deseas más información puedes acceder a las siguientes  web: 

http://www.fundeo.org/ 

http://stjteresianas.org/

¡Os esperamos!

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